Premisa Teórica
Con la crisis del Estado-nación, de los imaginarios colectivos de la modernidad y del sistema de representación política partidista un fantasma recorre y el mundo entero sin acabar de tomar rostro. Una multitud de anónimos irrumpe en la escena social y política generando nuevas formas de organización ciudadana vinculadas, entre otros factores, a las posibilidades abiertas por la web 2.0.
Esta multitud de anónimos se conecta a través de la red aprovechando la lógica participativa, inclusiva e igualitaria de los medios de comunicación y explorando su potencial emancipatorio. La participación de cada uno de nosotros en estas comunidades tiene evidentes efectos sobre la esfera de la política. Así el deseo de contacto, de “estar conectado”, de formar parte del común sin perder la libertad individual, se traslada a la política cuestionando las viejas formas de representación. La fantasía de una presencia constante que la red genera se extiende al ámbito de la acción política y la multitud de anónimos exige una presencia directa enfrentada a la vieja lógica de la representación y de la delegación del voto y de la voz.
Este deseo de estar conectado es un fin en sí mismo de manera que participar, hacerse presente, compartir con el otro, constituye un deseo incondicional, donde no importa tanto qué se comparte sino el compartir mismo. La esfera de la política obedece entonces a la misma lógica que da sentido a la experiencia estética: formar parte de la comunidad es el fin en sí mismo de una actividad que ya no distingue entre el puro goce del compartir y la voluntad de intervenir activamente en la realidad social.
El deseo de construir vínculos comunitarios y el placer del compartir hacen patente la importancia de las emociones en la acción política. Del sentimiento de la indignación a la emoción del empoderamiento, la multitud conectada se organiza en torno a emociones compartidas y a la emoción del compartir.
Las viejas categorías de la filosofía política son incapaces de dar cuenta de este movimiento de la multitud conectada por lo que recurrimos constantemente a metáforas. Metáforas como la de la red, con sus nudos y conexiones. Metáforas de origen biológico como la del rizoma o el hormiguero, como si los anónimos participantes de internet formaran parte de un enjambre sin abeja reina. Metáforas tomadas de la física clásica: átomos en movimiento libre que chocan e interactúan modificando su trayectoria libre en función del contacto con los otros. De este modo la filosofía política dirige su atención hacia la retórica recurriendo a una serie de imágenes quizás más eficaces que las categorías pretendidamente científicas y positivas.
Internet no es un simple instrumento para la difusión de imágenes, sino que constituye un nuevo medio de creación colaborativa en el que una multiplicidad de productores-consumidores se apropian de imágenes y las recodifican. Las nuevas propuestas artísticas en la red exploran temas como la construcción de la subjetividad, la democratización del espacio urbano o la creación de nuevos vínculos comunitarios. El arte se convierte con ello en una forma más de activismo político.
El Tercer Congreso Internacional Estética y Política se propone estudiar estas Metáforas de la multitud abordando diferentes cuestiones: la construcción de nuevos imaginarios colectivos, el papel de las emociones en la generación de vínculos comunitarios, la práctica artística colaborativa, los cambios que los nuevos imaginarios colectivos operan en la identidad cultural hispanoamericana o la importancia de la retórica en la filosofía política.
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